La micropigmentación sirve para embellecer, corregir o mejorar ciertos rasgos faciales, tanto en hombres como en mujeres, sobre todo cejas, labios o párpados.
También se emplea para corregir daños o imperfecciones causadas por tratamientos agresivos como la quimioterapia o defectos estéticos de origen genético como la falta de pigmentación en la piel o vitíligo.
Ayuda a disimular la alopecia, cicatrices o quemaduras. Es considerada una técnica de maquillaje permanente, consistente en pigmentar la zona con la ayuda de una aguja.
Las zonas más comunes a pigmentar son labios, ojos y cejas, que se hable de esta técnica como maquillaje permanente no significa que su efecto dure toda la vida. No es un tatuaje, tiene una duración limitada y es necesario algunos retoques cada cierto tiempo.
Con la aplicación de esta técnica en las cejas puede corregirse los efectos de una excesiva depilación o las formas de cejas muy separadas o cortas, es decir podemos definirlas logrando un aspecto más natural. Aporta una gran comodidad en el maquillaje diario.
Otra de las zonas comunes a tratar son los labios, suele utilizarse para tratar imperfecciones originadas por la edad, disimular pequeñas cicatrices y redefinir y embellecerlos.
La tercera zona donde se aplica son párpados de los ojos, aparentando una mayor densidad de pestañas y mejorando la expresividad de la mirada y un aspecto más natural.
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